Una de las situaciones en que no estamos exentos durante la conducción es encontrarnos con la posibilidad de estar involucrados directa o indirectamente en un accidente de tránsito.
Por tal motivo, conocer qué se debe hacer con un herido y saber prestarle los primeros auxilios, es fundamental para poder salvarle la vida.
Primeros auxilios se refiere a la ayuda, cuidados inmediatos, adecuados y provisionales que se le prestan a una persona víctima de un accidente, mientras logra tener acceso a una ayuda especializada.
Estas son las recomendaciones a tener en cuenta al momento de tener en frente un paciente.
1. Valoración de signos vitales: los signos vi tales son todas aquellas señales o reacciones que se presentan en un ser humano y manifiestan las funciones básicas del organismo. Se reconocen por medio de:
– Respiración (Frecuencia respiratoria)
– Pulso (Frecuencia cardiaca)
– Temperatura y tensión arterial, que en caso de un accidente son limitadas
Frecuencia respiratoria: para saber si una persona está respirando de manera normal se debe cuantificar unos rangos los cuales se valoran siempre durante un lapso de 1 minuto, dichos rangos dependen de la edad del paciente:
– Niños de 0 a 36 meses: 30 – 40
– Niños mayores de 6 años: 26 – 30
– Adultos: 16 – 20
– Ancianos: menos de 16
Para la frecuencia respiratoria se debe efectuar el siguiente procedimiento.
– Colocar al paciente boca arriba
– Aflojar las prendas de vestir
– Si existe vomito, girar la cabeza hacia un lado
– Observar el movimiento del tórax y abdomen
– Contabilizar el número de respiraciones durante un minuto y escribir la cifra.
– Realizar tomas periódicas cada 5 ó 10 minutos.
Pulso: se define como la expansión rítmica de los vasos anguíneos (arterias) producida por el paso de la sangre que bombea el corazón. Por esto es importante el control de este signo cuando se presenten o sospechen lesiones que comprometan
órganos vitales o impliquen gran pérdida de volumen sanguíneo.
Para tomar el pulso se pueden ubicar diferentes sitios en la extensión del cuerpo como la arteria Carótida, ubicada en el cuello, que es la de más intensidad, o la Radial, de más fácil acceso. El ritmo tambíen depende de la edad:
– Niños de 0 a 36 meses: 130 – 140
– Niños mayores de 6 años: 80 – 100
– Adultos: 72 – 80
– Ancianos: menos de 60
El procedimiento a realizar se hace tomando el número de pulsaciones que sienta en el sitio seleccionado de acuerdo con los sigugentes pasos:
– Coloque el paciente acostado
– Afloje las prendas y descubra el sitio de la toma
– Palpe la arteria con los dedos índice y medio
– No ejerza excesiva presión
– Contabilice el número de pulsaciones durante un minuto y escriba la cifra.
– Realice tomas cada 5 ó 10 minutos.
2. Conciencia: en general todos los traumatismos severos producen coscecuencias como alteraciones a nivel de la conciencia.
A nivel de primeros auxilios una forma de determinar el estado de conciencia, es observando las pupilas de los ojos. Para evaluar este aspecto, realice el siguiente procedimiento: abra el párpado, si la pupila disminuye de tamaño es porque hay respuesta al estímulo de la luz y por lo tanto el volumen de oxígeno requerido por el cerebro está llegando normalmente; si por el contrario la pupila permanece dilatada es porque el cerebro no está recibiendo la suficiente cantidad de oxígeno y por lo tanto no hay respuesta ante la luz.
3. Las heridas: es la pérdida de continuidad del tejido, ya sea piel, mucosa o viseras, las cuales pueden ser producidas por un agente externo como un objeto, ó interno como un hueso fracturado.
Heridas simples: afectan únicamente la piel, siendo este tipo las que en primeros auxilios se pueden socorrer así:
– Siempre que vaya a manipular líquidos utilice guantes adecuados (cirugía)
– En el botiquín de primeros auxilios deberá existir yodo, gasa, esparadrapo y tijeras.
– En una gasa mezcle isodine y suero.
– Comience a lavar la herida en forma de espiral de adentro hacia fuera, nunca se devuelva
– Siga con este procedimiento hasta que observe que no se encuentre ningún elemento extraño o suciedad.
– Vuelva a repetir este procedimiento para dar total limpieza a la herida.
– Para cubrir la herida utilice gasa y tape la herida, ya que no debe quedar expuesta al medio ambiente y asegure con esparadrapo. Nunca utilice algodón para lavar cualquier tipo de herida, esto puede contribuir a una posible infección, tampoco utilice remedios
caseros sobre la herida como café, gasolina o estiércol.
Heridas graves: son extensas y profundas con abundante hemorragia en la cual generalmente hay daños internos. En este tipo de heridas lo más importante es cubrirlas inmediatamente con gasas impidiendo que entre aire al cuerpo, trate de controlar la hemorragia amarrando antes de la herida una prenda que impida el paso de sangre hacia la herida y lo más pronto posible lleve al paciente al centro asistencial más cercano.
Fuente: Carroya.com